BASE DE DATOS. INTERPRETACIÓN SIMBÓLICA E HISTÓRICO-CRÍTICA: LIBROS, INVESTIGADORES, TEÓLOGOS, DEBATES, ENTREVISTAS, CONFERENCIAS, DOCUMENTALES...
(cristianismo.historia.teologia@gmail.com)
Dirección y presentación: Francisco de
Oleza Le-Senne Invitados: José María Kaydeda, Fernando Sánchez Dragó, Antonio
Piñero, José Rius-Camps y Manuel Alcalá
Antonio Piñero: El otro Jesús. Vida de Jesús según los evangelios apócrifos (Herder).
Dirección y
presentación: Francisco de Oleza Le Senne Invitados: José Gómez Cafarena,
Antonio Piñero Saenz, Gonzalo Puente Ojea, Josep Rius Camps, Fernando Sanchez
Dragó y Shifra Sznoll.
El Evangelio de Juan. La construcción de un texto complejo: Orígenes
históricos y proceso compositivo (Monografías de filología griega) (Spanish
Edition)
Es la figura central de la religión cristiana y sus múltiples denominaciones. Para la mayor parte de ellas tiene dos naturalezas, una divina y otra humana. La primera no pertenece al ámbito de la historia, la segunda si. Prácticamente todo lo que sabemos de él procede de fuentes cristianas, esencialmente los evangelios y otros libros del Nuevo Testamento como las epístolas paulinas. Todas son posteriores a su muerte a manos de Poncio Pilato, prefecto romano de Judea durante el reinado del emperador Tiberio.
Su historicidad de cualquier modo parece fuera de toda duda. Dos autores romanos, los historiadores Flavio Josefo y Tácito hacen dos breves menciones sobre la figura de Jesús décadas más tarde de su desaparición física, cuando el cristianismo había adquirido ya cuerpo tanto en la propia Judea como fuera de ella. Sobre esta base y la obtenida de excavaciones arqueológicas los historiadores llevan dos siglos tratando de distinguir el Jesús histórico, el predicador judío que pasó por este mundo en la primera mitad del siglo I, del Jesucristo de la fe, que sirve de fundamento al cristianismo.
Hoy en La ContraHistoria nos sumergimos de manos de Alberto Garín en este fascinante personaje histórico que, precisamente por la revelación que trajo consigo o le atribuyeron sus sucesores, terminaría cambiando la historia de un modo tal que el mundo que le siguió sería simplemente inexplicable sin el cristianismo.
No existe hasta la fecha una edición del Nuevo Testamento meramente histórica, efectuada con criterios estrictamente académicos, no confesionales, sin ninguna tendencia religiosa previa. La correcta comprensión de textos escritos hace casi dos milenios exige una labor explicativa basada en conocimientos literarios e históricos, no solo teológicos. Contemplar los libros del Nuevo Testamento con nuevos ojos tras el mismo tratamiento crítico deparado a cualquier otro texto de la Antigüedad grecolatina presenta a menudo un sentido diferente y más interesante si cabe.
Los autores tratan de responder a preguntas continuamente formuladas en los medios: ¿Qué hay de verdad histórica en los Evangelios? ¿Qué de ficción? ¿Añadió mucho la Iglesia primitiva de su cosecha a la tradición sobre Jesús de Nazaret de modo que esta quedó distorsionada? ¿Qué opinan al respecto los historiadores y comentaristas de las muy diversas confesiones del cristianismo?
Esta mirada, al menos relativamente nueva, sobre los libros del Nuevo Testamento puede incluso conducir a un redescubrimiento de este conjunto de obras por parte del lector, independientemente de sus creencias. Es igualmente cierto que a menudo muchas aclaraciones a textos tan antiguos, a veces tan alejados de la mentalidad general del siglo XXI, tienen un carácter puramente probable. También interesa que el lector, tras hacerse una idea de las opiniones diferentes expresadas en el comentario, se forme la suya propia independiente de la de los autores.