BASE DE DATOS. INTERPRETACIÓN SIMBÓLICA E HISTÓRICO-CRÍTICA: LIBROS, INVESTIGADORES, TEÓLOGOS, DEBATES, ENTREVISTAS, CONFERENCIAS, DOCUMENTALES... (cristianismo.historia.teologia@gmail.com)
lördag 25 augusti 2018
söndag 12 augusti 2018
IKER JIMÉNEZ [CUARTO MILENIO]: DESCIFRANDO EL CÓDIGO DA VINCI (DEBATE)

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APUNTES DEL DEBATE
Se presenta una novela ficticia como de investigación, asegurándose que está basada en documentación. No tiene ningún sentido presentar un monje numerario del Opus Dei, ya que esta es una organización seglar. Se mezcla la ficción con pequeñas verdades que producen una gran desorientación en el espectador medio. Esta figura del sicario es altamente perjudicial para esta organización, aunque también ello pueda originar el efecto contrario. Lo más doloroso de la novela son la negación de la divinidad de Cristo, de la autoridad de la Escritura y del dogma cristiano.
Lo que revelan los Evangelios es que María Magdalena se arrepiente de sus pecados y se transforma en seguidora convencida de Jesús de Nazaret. Más allá de especulaciones sobre su oficio, el hecho relevante es su conversión y cambia radicalmente su vida gracias a Jesús y devino modelo para los cristianos posteriores.
Se ha especulado muchísimo sobre los templarios, que restan notablemente desfigurados por la novelística actual.
Los historiadores han de reflexionar sobre la necesidad de divulgar la verdad histórica en contraste con las fabulaciones de esta novela.
El Código da Vinci constituye una gran fabulación magníficamente trabada desde un punto de vista literario y comercial, ello sin perjuicio de que se viertan muchísimas falsedades. El lector corriente no sabe hasta dónde llega la ficción y se presentan hechos falsos como históricos: que la Iglesia, al principio, predicaba a un Jesús humano cuando ha predicado desde el principio a un Jesús divino; que el Canon Neotestamentario se forma en el Concilio de Nicea, en el siglo IV; y se presenta como antiguo un mito moderno relativo a María Magdalena, cuando la Iglesia primitiva, por lo menos hasta el siglo IV, no mostraba interés alguno por su figura. En ningún caso puede tampoco sostenerse que la Magdalena participase en la Última Cena, como sostienen determinadas especulaciones en torno al famoso fresco de Leonardo da Vinci.
De María Magdalena no se sabe prácticamente nada. Lo que dicen de ella los evangelios apócrifos es históricamente irrelevante, ya que se trata de obras escritas unos 150 años después de la muerte de Jesús de Nazaret y son de una tendencia especialísma y sesgada (el gnosticismo). El Evangelio apócrifo de Felipe no dice que Jesús la besara en la boca, ya que el manuscrito está precisamente agujereado en la parte que revela dónde la besaba, si bien es cierto que probablemente es en la boca, lo que se ha de interpretar en clave iniciático-gnóstica de transmisión del conocimiento. Por su parte, el Evangelio apócrifo de Tomás dice que María Magdalena es el signo perfecto de la virilidad y que Salomé era la mujer de Jesús de Nazaret con quien que compartía mesa y lecho, lo que no parece corresponderse con las tesis del Código Da Vinci.
Los Evangelios Canónicos contienen evidentes contradicciones en materias tan significativas como la genealogía de Jesús, su nacimiento, la interpretación de su figura o la fecha de su muerte, todo ello en un contexto de gran desconocimiento histórico sobre el referido personaje. La pretendida continuidad de la doctrina de la Iglesia parte del supuesto históricamente consistente de que la fe en Jesús empieza reinterpretándole desde el primer momento. No se transmite pues el Jesús histórico sino un Jesús repensado, reinterpretado e idealizado. Por lo tanto, desde un punto de vista histórico, hay un corte brusco entre el Jesús de la historia y el Jesús idealizado unos quince o veinte años después de su muerte. Del Jesús histórico se saben ocho o nueve cosas, por ejemplo, que era discípulo de Juan Bautista.
Lo escrito sobre el Priorato de Sión es un relato antisemita, aspecto este reconocido por los propios historiadores antisemitas. El Demonio Asmodeo representado en la iglesia de Rennes-le-Château, es un personaje del Libro de Tobías que está enamorado de Sarra, la prometida de aquel. Asmodeo se dedicaba a matar a los pretendientes de la muchacha hasta que el Arcángel Rafael ayuda a Tobías a derrotar al referido demonio. El propósito de este movimiento es la restauración de la monarquía en Francia.
El fenómeno del Código da Vinci ha provocado que en los Estados Unidos el Opus Dei haya experimentado cuarenta mil nuevas afiliaciones.
Se tacha como apócrifo todo relato discordante a la línea oficial de la Iglesia. Cabe preguntarse qué es menos fantástico, si que una virgen engendre un ser humano reconocido como mesías por influencia divina o que Jesús hubiera podido estar realmente casado con María Magdalena.
Hay partes reales en el Código da Vinci. El tratamiento que dan a María Magdalena los evangelios apócrifos, en contraste con los canónicos, revela claramente que fue la compañera sentimental de Jesús de Nazaret, que difiere con el trato que le da a los apóstoles, con gran ira de Pedro. La mujer no resulta agredida en absoluto en el Código da Vinci y parece elevar la figura de la mujer por encima del propio Jesús.
Se dice que el Padre Berenger Saunière. debió de descubrir una genealogía de Cristo hasta nuestros días. Por ello la Iglesia, quizás a través de la dinastía de los Habsburgo debió de comprar su silencio del clérigo o la propia documentación. Pero se trata de una elucubración sin pruebas. Sí que es cierto que, a partir de determinado momento, gasta muchísimo dinero y que intenta reflejar el miedo que le produce el conocimiento que ha descubierto para que pueda ser interpretado por aquellos que sepan entenderlo. Lo refleja en su iglesia que deviene verdadero testamento de piedra, presidida por el Diablo Asmodeo y la leyenda Terribilis ist lucus iste (Este es un lugar terrible). Hay que entender, sin embargo, el adjetivo terrible en el sentido de esplendoroso. Ello hay que interpretarlo en relación sobre el relato de la escalera de Jacob y de la existencia de una cripta que contiene un enterramiento que habría que descubrir y saber de quién se trata.
El tema de Rennes-le-Chatêau es importante y no debe despreciarse. Después de investigarlo con excepticismo, hay elementos de juicio y argumentos que llevan a pensar que algo de cierto hay. La leyenda de Rennes-le-Chatêau ha alimentado los Dosieres Secretos. No puede tomarse en serio el Priorato de Sión, fabulación de Pierre de Plantard.
Lo que está claro es que la figura que aparece en la Última Cena de Leonardo da Vinci, aspecto básico del relato, es una mujer, ya que el pintor era un experto anatomista, ello con independencia de que fuese o no María Magdalena. Considerar a María Magdalena el recipiente con contiene la sangre de Cristo, el Grial, es una metáfora, al igual que la Eucaristía.
De mayor actualidad que la figura de María Magdalena es la manera en que Dan Brown trata a la mujer: carne rosada y vientre florecido. La identificación de la derecha (el derecho) con el hombre y de la izquierda (sinistra) con la mujer es revelador de la idea que tiene al respecto. La comparación del vientre de la mujer con la nave central de las catedrales no puede calificarse sino como clitorización (término bestial). Algo parecido sucede con identificar la Torre Eifeel con el falo eterno.
Las claves de la iglesia de de Rennes-le-Chatêau son francmasónicas y rosacruces. Según la tradición oral, el Demonio Asmodeo habría sido el constructor del Templo de Salomón.
El Código da Vinci se aprovecha del interés del público por la religión. Está lleno de especulaciones y cabe preguntarse por qué no se hace lo mismo con los dogmas musulmanes. Todos han aprovechado su publicación para hacer sus propias publicaciones e intervenciones.
Es una novela entretenida que presenta aspectos de la Iglesia desde otra perspectiva pero históricamente es voluntariamente detestable. Distorsiona, por ejemplo, la imagen de Sevilla, apesar de que la conoce perfectamente por haver residido allí. La figura de Jesús que plantea es errónea, la de la historia de la Iglesia y las Escrituras, falsa. Además presenta como histórica una figura de la Magdalena totalmente mítica y especulativa y las consideraciones sobre el Santo Grial son demenciales. Ello no es óbice, sin embargo, para que funcione como novela.
El mensaje de Dan Brown no es ninguna novedad, si bien amplía la perspectiva de la percepción de Jesús hacia los evangelios apócrifos y el enfoque que éstos hacen de su figura. Ello ha supuesto un nuevo interés por la literatura apócrifa constatable en el mundo editorial.
Los gnósticos plantean otra forma de concebir el cristianismo y apoyan esta creencia con sus propias bases históricas. También los Evangelios Canónicos contienen contradicciones históricas.
Hubo un cristianismo que contradice la concepción judaica de la mujer, causante del pecado original. El cristianismo de los primeros tiempos era muy variado. Detrás de los textos gnósticos hay un gran patrimonio filosófico.
El relato sobre el Priorato de Sión es una gran fantasía, un invento de Pierre Plantard que afirma ser descendiente de Jesús de Nazaret y prior del Priorato. Sí que hay una tradición oral indemostrable sobre el afán de los templarios para buscar al descendiente de Jesús de Nazaret para entronizarlo en Francia.
En cualquier caso, se trata de una novela impactante, que ha hecho que muchas personas se cuestionen la visión oficial del cristianismo y de la Iglesia.
APUNTES DEL DEBATE
El Código da Vinci es, desde un punto de vista histórico-científico, una ficción hábilmente trabada, lo que constituye, paradójicamente, su gran debilidad. Es una obra que produce gran desorientación y en ningún caso pueden tomarse en serio las acusaciones que se vierten contra el Opus Dei.
Se presenta una novela ficticia como de investigación, asegurándose que está basada en documentación. No tiene ningún sentido presentar un monje numerario del Opus Dei, ya que esta es una organización seglar. Se mezcla la ficción con pequeñas verdades que producen una gran desorientación en el espectador medio. Esta figura del sicario es altamente perjudicial para esta organización, aunque también ello pueda originar el efecto contrario. Lo más doloroso de la novela son la negación de la divinidad de Cristo, de la autoridad de la Escritura y del dogma cristiano.
Hay una continuidad en la creencia de los cristianos y la doctrina de la Iglesia que obra por revelación. Hay un hilo conductor desde la primitiva la fe hasta nuestros días, de la cual, los gnósticos se alejaron. Los Evangelios Canónicos fueron aceptados, no únicamente por la iglesia, sino por el conjunto del pueblo fiel, conservándose unos 2.500 leccionarios de los primeros siglos, más allá de los textos que integran el Nuevo Testamento propiamente dicho, y que reproducían los textos que eran leídos en las liturgias.
Lo que revelan los Evangelios es que María Magdalena se arrepiente de sus pecados y se transforma en seguidora convencida de Jesús de Nazaret. Más allá de especulaciones sobre su oficio, el hecho relevante es su conversión y cambia radicalmente su vida gracias a Jesús y devino modelo para los cristianos posteriores.
Se ha especulado muchísimo sobre los templarios, que restan notablemente desfigurados por la novelística actual.
Los historiadores han de reflexionar sobre la necesidad de divulgar la verdad histórica en contraste con las fabulaciones de esta novela.
El Código da Vinci constituye una gran fabulación magníficamente trabada desde un punto de vista literario y comercial, ello sin perjuicio de que se viertan muchísimas falsedades. El lector corriente no sabe hasta dónde llega la ficción y se presentan hechos falsos como históricos: que la Iglesia, al principio, predicaba a un Jesús humano cuando ha predicado desde el principio a un Jesús divino; que el Canon Neotestamentario se forma en el Concilio de Nicea, en el siglo IV; y se presenta como antiguo un mito moderno relativo a María Magdalena, cuando la Iglesia primitiva, por lo menos hasta el siglo IV, no mostraba interés alguno por su figura. En ningún caso puede tampoco sostenerse que la Magdalena participase en la Última Cena, como sostienen determinadas especulaciones en torno al famoso fresco de Leonardo da Vinci.
De María Magdalena no se sabe prácticamente nada. Lo que dicen de ella los evangelios apócrifos es históricamente irrelevante, ya que se trata de obras escritas unos 150 años después de la muerte de Jesús de Nazaret y son de una tendencia especialísma y sesgada (el gnosticismo). El Evangelio apócrifo de Felipe no dice que Jesús la besara en la boca, ya que el manuscrito está precisamente agujereado en la parte que revela dónde la besaba, si bien es cierto que probablemente es en la boca, lo que se ha de interpretar en clave iniciático-gnóstica de transmisión del conocimiento. Por su parte, el Evangelio apócrifo de Tomás dice que María Magdalena es el signo perfecto de la virilidad y que Salomé era la mujer de Jesús de Nazaret con quien que compartía mesa y lecho, lo que no parece corresponderse con las tesis del Código Da Vinci.
Los Evangelios Canónicos contienen evidentes contradicciones en materias tan significativas como la genealogía de Jesús, su nacimiento, la interpretación de su figura o la fecha de su muerte, todo ello en un contexto de gran desconocimiento histórico sobre el referido personaje. La pretendida continuidad de la doctrina de la Iglesia parte del supuesto históricamente consistente de que la fe en Jesús empieza reinterpretándole desde el primer momento. No se transmite pues el Jesús histórico sino un Jesús repensado, reinterpretado e idealizado. Por lo tanto, desde un punto de vista histórico, hay un corte brusco entre el Jesús de la historia y el Jesús idealizado unos quince o veinte años después de su muerte. Del Jesús histórico se saben ocho o nueve cosas, por ejemplo, que era discípulo de Juan Bautista.
Lo escrito sobre el Priorato de Sión es un relato antisemita, aspecto este reconocido por los propios historiadores antisemitas. El Demonio Asmodeo representado en la iglesia de Rennes-le-Château, es un personaje del Libro de Tobías que está enamorado de Sarra, la prometida de aquel. Asmodeo se dedicaba a matar a los pretendientes de la muchacha hasta que el Arcángel Rafael ayuda a Tobías a derrotar al referido demonio. El propósito de este movimiento es la restauración de la monarquía en Francia.
El Código da Vinci ha despertado sensibilidades y ha invitado a pensar, más allá de lo bien o mal escrito que pueda estar. También hay que considerar el mérito que supone haber vendido más de cuarenta millones de ejemplares.
El fenómeno del Código da Vinci ha provocado que en los Estados Unidos el Opus Dei haya experimentado cuarenta mil nuevas afiliaciones.
Se tacha como apócrifo todo relato discordante a la línea oficial de la Iglesia. Cabe preguntarse qué es menos fantástico, si que una virgen engendre un ser humano reconocido como mesías por influencia divina o que Jesús hubiera podido estar realmente casado con María Magdalena.
Hay partes reales en el Código da Vinci. El tratamiento que dan a María Magdalena los evangelios apócrifos, en contraste con los canónicos, revela claramente que fue la compañera sentimental de Jesús de Nazaret, que difiere con el trato que le da a los apóstoles, con gran ira de Pedro. La mujer no resulta agredida en absoluto en el Código da Vinci y parece elevar la figura de la mujer por encima del propio Jesús.
Se dice que el Padre Berenger Saunière. debió de descubrir una genealogía de Cristo hasta nuestros días. Por ello la Iglesia, quizás a través de la dinastía de los Habsburgo debió de comprar su silencio del clérigo o la propia documentación. Pero se trata de una elucubración sin pruebas. Sí que es cierto que, a partir de determinado momento, gasta muchísimo dinero y que intenta reflejar el miedo que le produce el conocimiento que ha descubierto para que pueda ser interpretado por aquellos que sepan entenderlo. Lo refleja en su iglesia que deviene verdadero testamento de piedra, presidida por el Diablo Asmodeo y la leyenda Terribilis ist lucus iste (Este es un lugar terrible). Hay que entender, sin embargo, el adjetivo terrible en el sentido de esplendoroso. Ello hay que interpretarlo en relación sobre el relato de la escalera de Jacob y de la existencia de una cripta que contiene un enterramiento que habría que descubrir y saber de quién se trata.
El tema de Rennes-le-Chatêau es importante y no debe despreciarse. Después de investigarlo con excepticismo, hay elementos de juicio y argumentos que llevan a pensar que algo de cierto hay. La leyenda de Rennes-le-Chatêau ha alimentado los Dosieres Secretos. No puede tomarse en serio el Priorato de Sión, fabulación de Pierre de Plantard.
Lo que está claro es que la figura que aparece en la Última Cena de Leonardo da Vinci, aspecto básico del relato, es una mujer, ya que el pintor era un experto anatomista, ello con independencia de que fuese o no María Magdalena. Considerar a María Magdalena el recipiente con contiene la sangre de Cristo, el Grial, es una metáfora, al igual que la Eucaristía.
La historia narrada es una fabulación que no puede justificarse, de modo alguno, en criterios comerciales y de índice de potenciales lectores. Se trata de alfalfa espiritual para los borregos de Cristo, ya que se ha convertido en la principal fuente de información en relación con Jesús de Nazaret. En ningún caso puede sostenerse que aparezca María Magdalena en el fresco de Leonardo da Vinci sobre la Última Cena.
De mayor actualidad que la figura de María Magdalena es la manera en que Dan Brown trata a la mujer: carne rosada y vientre florecido. La identificación de la derecha (el derecho) con el hombre y de la izquierda (sinistra) con la mujer es revelador de la idea que tiene al respecto. La comparación del vientre de la mujer con la nave central de las catedrales no puede calificarse sino como clitorización (término bestial). Algo parecido sucede con identificar la Torre Eifeel con el falo eterno.
La figura de la mujer en el judaísmo no se contempla como tabú sexual sino como objeto de la propiedad del hombre. La Iglesia Católica necesita actualmente un verdadero Lutero y no especuladores com Dan Brown.
Las claves de la iglesia de de Rennes-le-Chatêau son francmasónicas y rosacruces. Según la tradición oral, el Demonio Asmodeo habría sido el constructor del Templo de Salomón.
El Código da Vinci se aprovecha del interés del público por la religión. Está lleno de especulaciones y cabe preguntarse por qué no se hace lo mismo con los dogmas musulmanes. Todos han aprovechado su publicación para hacer sus propias publicaciones e intervenciones.
Es una novela entretenida que presenta aspectos de la Iglesia desde otra perspectiva pero históricamente es voluntariamente detestable. Distorsiona, por ejemplo, la imagen de Sevilla, apesar de que la conoce perfectamente por haver residido allí. La figura de Jesús que plantea es errónea, la de la historia de la Iglesia y las Escrituras, falsa. Además presenta como histórica una figura de la Magdalena totalmente mítica y especulativa y las consideraciones sobre el Santo Grial son demenciales. Ello no es óbice, sin embargo, para que funcione como novela.
Otros fenómenos literarios parecidos fueron Caballo de Troya, Vida después de la vida, El retorno de los brujos, si bien El código da Vinci, tanto en su versión original escrita, como en la filmográfica, sin duda, los supera.
El mensaje de Dan Brown no es ninguna novedad, si bien amplía la perspectiva de la percepción de Jesús hacia los evangelios apócrifos y el enfoque que éstos hacen de su figura. Ello ha supuesto un nuevo interés por la literatura apócrifa constatable en el mundo editorial.
Los gnósticos plantean otra forma de concebir el cristianismo y apoyan esta creencia con sus propias bases históricas. También los Evangelios Canónicos contienen contradicciones históricas.
Hubo un cristianismo que contradice la concepción judaica de la mujer, causante del pecado original. El cristianismo de los primeros tiempos era muy variado. Detrás de los textos gnósticos hay un gran patrimonio filosófico.
El relato sobre el Priorato de Sión es una gran fantasía, un invento de Pierre Plantard que afirma ser descendiente de Jesús de Nazaret y prior del Priorato. Sí que hay una tradición oral indemostrable sobre el afán de los templarios para buscar al descendiente de Jesús de Nazaret para entronizarlo en Francia.
En cualquier caso, se trata de una novela impactante, que ha hecho que muchas personas se cuestionen la visión oficial del cristianismo y de la Iglesia.
La Magdalena es el último tabú del Cristianismo. La (eventual) aceptación por la Iglesia de que fue la compañera de Jesús podría cambiar muchos aspectos, como el acceso de la mujer al sacerdocio o la identificación de la mujer con el pecado carnal, así como la desaparición del celibato sacerdotal. Son aspectos aceptados por los teólogos y biblistas y teólogos que, sin embargo, se ocultan al público, especialmente, que María Magdalena podría haber sido la depositaria de los secretos de Jesús y que debía haber sido su sucesora en la Iglesia.
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söndag 5 augusti 2018
CÉSAR VIDAL (CORRÍA EL AÑO): EL LADO OSCURO DEL CÓDIGO DA VINCI, 2a PARTE [DEBATE]
Apuntes del debate:
Los textos de Nag Hammadi
no aportan noticias sobre la vida de Jesús de Nazaret pero sí sobre el fenómeno
de la gnosis. La idea de Dan Brown de que la gnosis es un canto a lo material y
al sexo es radicalmente contraria a los principios del gnosticismo cristiano,
en los que primaba lo espiritual como opuesto a lo material.
Un monje de Nag Hammadi desobedeció la 19a Carta Festal de 367 del obispo Atanasio de
Alejandría con el mandato de que las comunidades cristianas de desprendiesen de
los escritos de carácter herético, que fueron descubiertos a mediados del siglo
XX, lo que vino a denominarse biblioteca de Nag Hammadi.
En el episodio de Pablo de Tarso en Éfeso es descriptivo de
la dualidad de creencias entre el cristianismo y los cultos paganos.
Un pretendido matrimonio entre Jesús de Nazaret y María
Magdalena no tiene sustento histórico alguno. En ningún caso se trata de un ”nombre”
que se suprima de la onomástica cristiana, sino que por lo contrario, hay
muchas santas con el nombre de Magdalena. También la imagen de María Magdalena
tiene una gran presencia en la iconografía medieval, renacentista, barroca y
post-barroca.
El canon es la
norma de la fe de los creyentes, lo que implica que los documentos canónicos
son los considerados como verdaderos por la comunidad de los creyentes. Los textos apócrifos son los que, por
oposición, no se consideran inspirados. De estos, los simplemente apócrifos son aquellos hacia los que la Iglesia no
compromete su autoridad. Los (apócrifos)
gnósticos son aquellos que recogen una teología considerada como
incompatible con la de los canónicos. Se tata, además, de documentos
cronológicamente, muy posteriores a los canónicos, si bien el gnosticismo en sí
mismo es anterior a Jesús de Nazaret, existiendo incluso, un judaísmo gnóstico.
Los evangelios gnósticos recogen diversas teologías, según el texto de que se
trate.
Pablo de Tarso se refiere al término gnosis en un doble
sentido. Como de gnosis salvadora, por un lado, y en un sentido negativo, para
referirse a las doctrinas cristianas-gnósticas, propiamente dichas, que
rechazan la materia en oposición al espíritu.
En determinadas escuelas del pensamiento gnóstico se produce
la paradoja de que, en su afán de liberarse de la materia a fin de ascender al
estado puramente espiritual, se abusaba del cuerpo entregándose los seguidores
de estas corriente a excesos y desenfrenos sexuales (por odio al propio
cuerpo), en contraste con la mayoría de las escuelas que propugnaban la
abstinencia radical de todo placer carnal, todo contacto sexual, incluso la
procreación. La idea común de la mayoría de las escuelas gnósticas es la
negación de la idea de creación y la creencia de que una suerte de cataclismo
cósmico supuso que los humanos perdiesen su condición divina y quedasen
encerrados en la materia (sus cuerpos). Las escuelas gnósticas intentan enseñar
a sus seguidores, mediante iniciación, cómo salir del laberinto carnal. Ello es
contrario a la idea que promueve Dan Brown en su novela El código da Vinci. Los textos gnósticos no aportan información
alguna respecto a la figura de Jesús de Nazaret, no únicamente por su distancia
cronológica con el mismo sino por su propia naturaleza gnóstica que, entre
otras consecuencias, desprecian la historia, por considerarla un fenómeno
material y terrenal derivado de la creación. La mayoría de su contenido es
doctrinal -máximas simbólicas-enigmáticas exclusivamente interpretables dentro
de la escuela de pensamiento-, y no narrativo, sin contextualización histórica
alguna.
La biblioteca de Nag Hammadi es un repertorio de documentos
de diversa naturaleza, a menudo incompletos, referentes a la persona y doctrina
de Jesús de Nazaret, pero de teología incompatible con la de la Iglesia
establecida en el Concilio de Nicea. De estos textos se tenía un cierto
conocimiento fragmentario por las citas de los autores cristianos,
especialmente Irnerio de Lyón, lo que desvirtuaría el mensaje de Dan Brown en
el sentido de que la Iglesia, con la aquiescencia del emperador Constantino, habría
realizado una manipulación de estos documentos con el fin de ejercer su dominio
social.
Se puede establecer una cierta relación entre la gnosis y el
movimiento de la nueva era si bien lo
único que subyace es la sobrevaloración de lo espiritual en un contexto de
religión a la carta (religión de cafetería).
No es aceptable que María Magdalena era la compañera de
Jesús de Nazaret y que esta hecho sería posteriormente ocultado por la Iglesia,
degradando a este personaje hasta el punto de identificarla con una mujer
pública, tradición ésta bastante tardía que se remonta a San Gregorio Magno.
Cabe situar el fenómeno del Código da Vinci y su gran éxito
en el gran apetito social que existe en relación a novedades sobre el nombre de
Jesús de Nazaret, en una situación de abandono de la fe, si bien en un sentido
radicalmente opuesto al en el que él se expresó y al margen de la doctrina de
la Iglesia.
El criterio de canonicidad
no es exclusivo de los cristianos, ni mucho menos de los católicos. Los judíos
consideran apócrifos también determinados textos veterotestamentarios presentes
en la Biblia católica, como los libros de Tobías
o Judit. Los cristianos gnósticos
pretendían ser portadores de un conocimiento secreto codificado respecto de la
vida de Jesús no asequible a los no iniciados.
Pablo de Tarso advierte en la Carta a los Colosenses contra las doctrinas gnósticas y sus
seguidores.
El Dios de Pablo de Tarso se expresa a través de la creación y la
creación es materia, por lo tanto, la materia es buena y puede ser utilizada
para rendirle homenaje y adoración.
El valor fundamental de los textos de Nag Hammadi es lo que aportan al conocimiento de la gnosis, si
bien, en algunos casos, representan una confirmación de lo que ya sabíamos.
El cristianismo canónico no es compatible con ulteriores
sincretismos lo que desvirtúa las creencias del movimiento de la nueva era.
La vida de un hombre célibe como Jesús que no tiene donde descansar la cabeza, no
parece compatible con un matrimonio y la estabilidad que este estado implica.
María Magdalena es una discípula de Jesús de Nazaret. A la mujer se la incluía
en lo social (los grupos eran mixtos si bien no revueltos) y en el relato
bíblico de la promesa de la salvación (Sara, Rebeca, Raquel, Lea), lo que no es
ningún alegato feminista.
No pueden negarse las evidencias históricas y el éxito del Código da Vinci se basa en la ignorancia
social que hace que las personas se encandilen ante meros espejismos de conocimiento, ello en el contexto de una generación
profundamente desinformada que gira en torno a simples dogmas divulgativos. Ello es terreno abonado para el afán de lucro
de los que se dedican a crear tales dogmas divulgativos en forma de productos
comerciales. Se ha inventado una María Magdalena inexistente.
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lördag 4 augusti 2018
CÉSAR VIDAL (CORRÍA EL AÑO): EL LADO OSCURO DEL CÓDIGO DA VINCI, 1a PARTE [DEBATE]
Apuntes del debate:
El Código da Vinci
es una novela de intriga que ha causado gran daño al conocimiento humano.
La figura de pelo largo de la Última Cena de Leonardo da Vinci no es una mujer y el cuadro en sí
mismo responde a convenciones artísticas del momento. En la época de Jesús de
Nazaret no cabría concebir que una mujer participase en una cena masculina.
Los documentos, algunos anteriores a la existencia del
propio Jesús de Nazaret, del Mar Muerto se refieren fundamentalmente a las
experiencias literarias del grupo aislado de los esenios, que se atribuyen a un
tal Maestro de justicia. Más allá de
puntuales coincidencias doctrinales, es desapropiado establecer una
identificación entre la doctrina de Jesús de Nazaret y los escritos del Mar
Muerto.
Hay una escisión grande entre los dogmas del judaísmo ortodoxo
de la época y los de la comunidad esenia, más allá de determinadas
identificaciones entre ésta y las autoridades del templo de Jerusalén. Ejes
fundamentales de los esenios eran la vida comunitaria y la pureza ritual.
También eran un foco de oposición a la colonización cultural helenística que
realizaban las autoridades romanas, por considerarla contraria a sus
principios. La secta de Qumran nos da información de cómo se respetaban las fuentes
hebreas, especialmente por lo que se refiere a los escritos del profeta Isaías
y la actitud sufriente del Mesías.
En las conspiraciones bíblicas se conoce el principio y el
fin de cada actuación sin que quepa lugar a ulteriores especulaciones, a
diferencia de lo que ocurre en la novela de Dan Brown, en la que, más allá de
falta de base histórica y documental, nunca se llega a saber totalmente la
verdad, pese a que se afirman hechos ficticios como irrefutables. No se trata
de un fenómeno nuevo, así como antecedente podemos encontrar los Protocolos de los sabios de Sión.
Es necesario interpretar la Biblia en el contexto histórico,
geográfico y cultural del tiempo y el lugar en que se escribió. Lo referido en
los textos neotestamentarios es creíble porque la exégesis paulina permite posterior
contraste con las profecías bíblicas y la ley de Moisés. Cualquier especulación
en este sentido entrañaría la ulterior falta de credibilidad en la comunidad
judía. La composición de los Evangelios se desarrolla a partir del año 60 hasta
el final del primer siglo.
En los Evangelios
Jesús es hombre y mesías. Supone que Dios se coloca en una dimensión plenamente
humana. Por ello sus actuaciones tienen contenido humano para que sean comprensibles
a los seres humanos.
En el Concilio de
Nicea en ningún caso se crea el cristianismo, fenómeno preexistente al
mismo, y se defiende una idea también prexistente en torno a la divinidad de
Jesús de Nazaret.
En diversos pasajes del Nuevo Testamento se afirma la
divinidad de Jesús de Nazaret: Juan 20, 28; Romanos 9,5 y Tito 2, 13. Tampoco
cabe dudar de la historicidad del personaje a tenor de las fuentes históricas y
de la influencia de su figura y doctrina a lo largo de la historia.
El código da Vinci
no responde ni a las fuentes bíblicas ni mucho menos a las históricas. No
obstante es una obra que ha causado una gran curiosidad en el público y,
paradójicamente, la polémica que ha generado ha permitido exponer la verdad
histórica en contraste con la fantasía literaria.
El código da Vinci
constituye un exponente del género thriller
de sotana, de corte conspirativo en la que un personaje relacionado con el
clero ejerce de malvado cinematográfico.
El Opus Dei es un
instituto seglar y no existen monjes del Opus
Dei.
De acuerdo con el canon pictórico como el canon cristiano,
el personaje de pelo largo de la Última
Cena de Leonardo da Vinci es, sin duda, el Discípulo amado, San Juan Evangelista, a quien se representa como
un chico joven de rasgos poco formados.
El Código da Vinci
es un producto de mercadotécnica. En las fuentes antiguas, incluso en las
bíblicas, abundan las conspiraciones. El tema de la conspiración es de gran
atractivo literario porque contrasta notablemente con la monotonía de la vida
de los lectores y una posible explicación a los contratiempos de la existencia
individual de las personas. En este sentido, la visión negativo-conspiranoica
que la literatura del siglo XX atribuía a los jesuitas (Alexandre Dumas), se
traslada al Opus Dei. La conspiración
es un ingrediente literario que produce buenos rendimientos económicos.
En la dinámica del fenómeno de la conspiración, lo que
garantiza el éxito literario y social de la misma es el grado de irrealidad de
la misma, como demuestran los Protocolos
de los sabios de Sión.
En ningún caso cabe sostener que el emperador Constantino
sea el inventor del cristianismo en el siglo IV.
El código da Vinci
es un producto de nuestra época en la que se ofrece una religión simplificada y
a la carta.
Un antecedente significativo del género thriller de sotana es El Rojo
y el Negro de Stendahl, si bien El
Código da Vinci no resiste comparación literaria alguna con aquella.
Algunas inexactitudes del Código da Vinci son hilarantes, como el deleite de los sevillanos
por el zumo de arándanos o el control que ejerce la Guardia Civil sobre los
prostíbulos de Sevilla.
La composición en grupos de tres de la Última Cena de Leonardo da Vinci reproduce indubidativamente el
momento en que Pedro pide al Discípulo amado que pregunte a Jesús quién es el
apóstol que se dispone a traicionarle.
La abundancia de manuscritos antiguos del Nuevo Testamento contrasta con la
escasez profundo de material de los grandes escritores clásicos.
Por parte de los discípulos de Jesús hubo un gran empeño en
referir sus experiencias al respecto con el mayor grado de veracidad, dada la
gran trascendencia que atribuían a los escritos que realizaban.
La doctrina y la práctica cristiana dieron estabilidad a la
sociedad de la época.
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